
Tolerancia, paciencia, sumisión, sacrificio, entrega…, no son más que valores heredados que nos diferencian a los hombres de las mujeres. Valores impuestos culturalmente, costumbres, hábitos impuestos, roles de género. Deberíamos plantearnos muchas cosas, pero quizás las principales serían: dónde estamos, de dónde venimos y a dónde queremos llegar, porque desde que accedimos a la vida pública, la vida no está siendo tan fácil como parece. Por esa razón debemos mirar hacia adentro y visualizar nuestras expectativas, deseos y luchar por ellos.
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